¿Qué padre o madre no sueña con ver a su hijo/a llegar lejos? Seguro que todos. Y aunque esta tarea corresponde a cada individuo, sí que hay cosas que se forjan desde la infancia y con la ayuda de los padres y maestros de los menores.
A partir de la edad preescolar, los 3 años, los niños aprenden a reconocer su entorno, a ellos mismos y a los demás; comienzan a usar su imaginación para crear escenarios fantásticos, porque conocen ya la diferencia entre lo que es real y aquello que no lo es, aunque gracias a esa gran imaginación también pueden desarrollar nuevos temores.
Frecuentemente en BusinessKids escuchamos a madres y padres preocupados por ayudar a su hijo a desarrollar sus habilidades, pero también preocupados por saber si es demasiado pronto o si cierto conocimiento los hará “crecer” demasiado pronto.
Es por eso que hemos desarrollado programas adecuados para cada rango de edad y compartimos contigo algunos tips que puedes poner en práctica desde casa para que tu hijo se desarrolle plenamente y de acuerdo con su rango de edad.

• Alimentación saludable: Aunque es bastante obvio, algunas veces se ha dejado de lado la importancia de una alimentación sana para el desarrollo cognitivo de los miembros de casa. El consumo de alimentos ricos en proteínas, vitaminas y minerales ayudan a tu hijo a tener los recursos necesarios para retener los conocimientos aprendidos. Evita las grasas y el exceso de azúcares.
• Ejercicio físico: Desde salir a correr, andar en bicicleta o ir al gimnasio en familia, hasta rutinas sencillas que pueden hacer en casa; cualquier ejercicio que ayude a alejarlos de las tabletas o dispositivos móviles son buenos para oxigenar el cerebro.
• Aprendizaje lúdico: Ayúdalo a que ame aprender cosas nuevas a través de juegos.
• Comunicación asertiva: Dedica un tiempo en tu agenda a comunicarte con tus hijos, escúchalos comprensiva y atentamente, crea un entorno de confianza.
• Negociación: Cuando tu hijo/a desee algo, negocia con él, ¿qué te ofrece a cambio de ese deseo? Muéstrale que existen los tratos justos.
• Socialización: Permite que conozca a gente nueva, niños de su edad en distintos contextos; si bien ahora no siempre se puede hacer presencial, sí puede convivir con otros niños con las herramientas tecnológicas a tu alcance, no a través de los videojuegos, sino, por ejemplo, a través de videoconferencias, en las que puedan conocerse físicamente.
• Predica con el ejemplo: Los niños observan y repiten eso que ven, sé el ejemplo que quieres que sigan e intenta rodearlos de otros niños y adultos que sean buen ejemplo.

Y tú, ¿cómo preparas a tus hijos para el futuro?

Por Francel Montero, directora de BusinessKids Costa Rica.
Un emprendedor o cualquier profesional necesita conocerse a sí mismo para descubrir cuáles son sus habilidades y qué es aquello que más le gusta; de esta manera puede convertir lo que muchos llaman “hobby” en un negocio.
Además, fortaleciendo su autoestima será capaz de vences cualquier obstáculo sin dudar de él o ella, será capaz de hacer que los fracasos o errores que pueda llegar a cometer se conviertan en aprendizajes, para alcanzar el éxito.
Vivimos en un mundo en el que nuestros hijos e hijas lo tienen todo solucionado, e incluso nosotros mismos, como padres y madres, nos apuntamos a solucionarles más. ¿Alguna vez se ha puesto a pensar o se ha imaginado si su hijo e hija hoy quedara solo? ¿Podría defenderse ante la vida?
Esa pregunta me la hago a diario, sin pensar que me iré, simplemente me sirve de guía y me ayuda a identificar qué les he enseñado y qué me falta; la infancia es nuestra base sólida para nuestra vida adulta y darles a nuestros hijos la educación de vida es el regalo más sabio que podemos brindarles.
Dicen los estudios que lo que ellos aprenden en la infancia se queda para toda la vida, es decir, si un niño aprende a amarse a sí mismo, sabrá escuchar siempre su corazón para tomar las decisiones correctas; si un niño aprende a conocerse a sí mismo, sabrá escoger la carrera profesional adecuada; si un niño sabe quién es, por más insultos y palabras feas que le digan, no podrán entrar a su corazón, este niño o niña siempre sabrá comunicar sus emociones; por lo tanto las malas crianzas y los berrinches se acabarán.
Hoy les invito a seguirnos, porque estaremos dejando por tips para ayudar a sus hijos con su desarrollo personal. Únete a nuestra comunidad para obtener contenido de valor.

Una de las metas de todo ser humano es sentirse exitoso, pero ¿qué es eso en realidad? Ser exitoso es sentirse pleno, y esta plenitud de vida implica una cosa diferente para cada persona: Viajes, autos, casas, familia… Tu percepción del éxito puede ser muy distinta a la de tu hijo, pareja, hermano, padres…, pero siempre se resume en una persona feliz.
¿Qué hacer para alcanzar esta felicidad? ¡Perseverancia! La persistencia es lo mejor que se puede hacer siempre.
Sin embargo llega un momento de flaqueo, especialmente cuando se atraviesan crisis, como la que estamos viviendo actualmente, que muchos piensan que ya se ha extendido en el tiempo.
Entonces, ¿qué hacer para ser exitoso, aun en tiempos de crisis? En el blog de BusinessKids hemos pensado en tres cosas que puedes hacer:
 

• Ser resiliente.

Seguramente ya has escuchado muchas veces esta palabra que hasta hace poco era más bien desconocida para muchos.
Las personas resilientes son aquellas que tienen la capacidad de mantener la calma y manejar sus emociones, aun existiendo factores externos que pueden generar presión, estrés o dolor emocional.
Han aprendido a adaptarse y a encontrar el lado positivo a pesar de que parezca que no hay soluciones, entienden que los cambios son parte de la vida y en la medida en que los aceptan, aprenden y se reinventan
¿Tienes un negocio? Enfócate en cómo puedes adaptarlo a la nueva situación o qué otras oportunidades te ofrece el mercado para seguir adelante.
¿Sientes ansiedad por que las cosas sean como antes? Intenta relajarte y no echar de menos lo que fue, sino cómo, ante este nuevo panorama puedes hacer cosas que te gusten; aunque suene muy fuerte, las cosas nunca volverán a ser como antes, pero esto no quiere decir que sea algo malo, después de la revolución industrial todo fue completamente diferente, pero llegaron muchos cambios tecnológicos que tuvieron un impacto positivo en todo el mundo.
Esta revolución que estás viviendo es diferente, pero no tiene por qué impedirte hacer cosas que disfrutes o ames hacer.

• Ser perseverante.

Algo que podría sonar obvio, pero no lo es tanto, es ser perseverante, no parar; cuando se trabaja constantemente para lograr algo, eventualmente llega eso que anhelamos. ¿Pero qué pasa si comenzamos muy motivados y de pronto pasa algo que te impide seguir ese mismo ritmo? Mantenerlo resulta complicado.
Y sí, es importante seguir, pero más importante es hacerlo motivados. Entonces es momento de parar un momento, pensar en por qué iniciamos algo, qué era lo que nos movía cuando recién comenzábamos a hacerlo. Ahí están los motivos, ¿es el mismo objetivo que queremos alcanzar a estas alturas? Si es así, la motivación volverá, si no, se vale cambiar de objetivo. No sirve de nada poner un gran esfuerzo en algo que eventualmente no nos gustará.

• Disfrutar lo que haces.

No hay algo mejor para mantenerte motivado que hacer algo que te gusta. Piensa en cómo, cuando haces algo que te encanta, el tiempo se va muy rápido.
Si bien, en ocasiones, es necesario hacer cosas que no son tan agradables, es importante que pienses que eso es un pequeño paso que debes cumplir para ir a lo que sí te gusta; evita procrastinar (¿sabes lo que significa? Dejar algo para después, en pocas palabras), mejor acaba con aquello que no te gusta tanto para pasar pronto a lo que sí.
También se vale sentirse desanimado o sin motivación, para remediar esto puedes salir al jardín o mirar por la ventana, leer un libro, hacer algo que no habías hecho antes, aprender alguna receta de las que prepara mamá o, simplemente, meditar, respirar y valorar lo que tienes a tu alrededor.
Mantenerte positivo y con la mente en la meta te ayudará a llegar a ella. Así también podrás transmitir una energía positiva a tu familia y, especialmente, a tus hijos.